Prehistoria de Las Gabias
La Prehistoria de las Gabias y sus entornos más cercanos
A mi entender, donde se inicia la ocupación humana de Las Gabias es en las cercanías del cortijo Javier, aunque no se han encontrado (los rumores del pueblo nos indican que hay indicios de que en la construcción de los Chalet, se han detectado elementos de esta cultura, pero como siempre se lo callan y ocultan) elementos habitacionales, ni herramientas líticas que se puedan mostrar. Este punto en el centro de la vega de Granada después de la confluencia de los ríos de Sierra nevada que desembocan en el Genil, parece el lugar idóneo para que ello ocurriera, además, está muy próximo a Hijar, con las connotaciones que este nombre tiene. También como hemos explicado en el capitulo respecto al agua, en este punto se acaba la acequia de las Viñas que originariamente suministraba agua recogida de las Handas. En esta zona también, vienen a dar los caminos más transitados de antiguo, como podemos comprobar por las rodadas dejadas por los carros que hacen que en algunas partes los balates aledaños, tengan más de dos metros de altura, porque la tierra con las lluvias se lleva, una vez convertida en polvo por las continuas pisadas, encontrándose un cruce de caminos Norte-Sur, Este-Oeste junto a este punto y muy cercano a los vados del Genil.
Donde hoy esta constatado arqueológicamente habitaciones argaricas es más al sur del punto anteriormente señalado, concretamente en la Cuesta de los Chinos, situado en una extensa zona entre el camino del mismo nombre y Las Viñas. Este yacimiento fue descubierto al encontrar diversos materiales arqueológicos, entre la tierra que para la fabricación de ladrillos se saco de este lugar. Desconocemos exactamente lo encontrado, aunque podemos afirmar que había, grandes losas de piedra arenisca con bastante probabilidad pertenecían a sepulturas, con restos cerámicos y de pequeños trozos de metales alrededor del hoyo dejado por las maquinas.
Las primeras prospecciones, fueron efectuadas por Eduardo Fresneda y Mª Oliva Rodríguez, que publicaron un articulo editado en Cuadernos de Prehistoria de la Universidad de Granada, nº5, (puede consultar en Prehistoria) con materiales recogidos en superficie, pero fue en mayo de 1984 cuando llega la noticia al Museo Arqueológico de Granada, a través del maestro de escuela de Las Gabias D. Basilio Vera, que ha aparecido un vaso carenado de época argarica y por este motivo se realizo una excavación de urgencia y los resultados de esta pequeña excavación, (documentada en Prehistoria PDF) nos hablan de al menos tres periodos históricos.
Un primer momento ocupacional, podría fecharse en el Bronce Pleno (1800-1200 a.c.), periodo que se desarrolla en el Sudoeste peninsular una importante cultura, que recibe el nombre de “Cultura del Argar”. A esta fase pertenece una sepultura, que presenta el ritual característico de los enterramientos agáricos, se trata de una covacha artificial excavada en la roca, a la que le falta la parte que pega a la acequia de Las Viñas, quizás destruida al hacer esta.
En el interior de la covacha se encontraron restos de dos individuos. Uno de ellos, perteneciente a una mujer de mediana edad, estaba en posición fetal, con los brazos cruzados sobre el pecho y al que le faltaban gran parte de los miembros inferiores.
El otro individuo, al lado del anterior, presentaba restos del cráneo y parte de las clavículas y columna vertebral. como ajuar el primero tenia un pequeño vaso carenado, situado entre el brazo derecho y el tronco, junto a él un hueso de ovicáprido. Un segundo vaso carenado de mayores proporciones, se encontraba en los pies de los mismos.
La base económica de estas poblaciones es principalmente una agricultura cerealista y de regadío, junto con una ganadería de cabras, ovejas, vacas y cerdos. También tiene un importante papel la minería del cobre.
Actividades que provocan una progresiva deforestación de los bosques de encinas y pinos, que implica una fuerte degradación del medio ambiente.
Es costumbre en la Cultura del Algar el enterrar a los muertos dentro de las casas, bien en covachas excavadas en la parte posterior de la vivienda, que se tapan con grandes losas de piedra, o en fosas y cistas en medio de las casas recubiertas con tierra.
La existencia de ciertas creencias religiosas viene confirmada por el hecho de enterar a los muertos en posición flexionada, recordando la posición fetal y ponerle un ajuar funerario compuesto, en la mayoría de los casos, por vasijas de cerámica con liquido o comida, una pata de cabra o vaca y algún elemento metálico (puñal, punzón, Etc.)
El emplazamiento de la Cuesta de los Chinos, en una zona casi llana, contrasta con otros asentamientos agáricos de la Vega de Granada situados en zonas más accidentadas, como ocurre en el Cerro de la Encina de Monachil y el Cerro de los infantes en Pinos Puente. Estos últimos dedicados principalmente a la minería, importarían la mayoría de sus necesidades alimenticias de los primeros. Por lo que se refiere a los doblamientos agáricos de La Vega, no eran autosuficientes completamente ni su emplazamiento se ajustaba a un mismo tipo de funcionalidad, sino que se integraban en un sistema económico, en el que se desarrollaban en los distintos poblados actividades que podían ser complementarias.
Un segundo momento de habitación viene representado por restos de una cabaña, señalizada por el recorte de la roca y dos hoyos de poste. Dentro de esta había materiales cerámicos hechos a mano que por su tipología pertenecen al Bronce Final del Sudoeste (1100-700 a.c.).
Esta cultura supone una importante del poblamiento en virtud de nuevas condiciones sociales y económicas.
Aunque en la Cuesta de los Chinos, el poblado del Bronce Final ocupa el mismo emplazamiento que el anteriormente abandonado de la cultura del Argar, por lo general, se tiende ahora a la ocupación de mesetas y laderas mas bajas y mejor comunicadas con las vías naturales que conectan los distintos territorios, sin el emplazamiento quede condicionado por las necesidades defensivas tan en cuenta por la estrategia argárica.
Los poblados se compones de cabañas de estructura oval, aisladas y dispersas. Estas cabañas se construyen con pequeños zócalos de piedras, paredes de tapial o adobe y techumbres de material orgánico impermeabilizado con barro.
La estructura económica del Bronce Final del Sudoeste se basa en un fuerte componente pastoril poco especializado. La población basará sus dietas en los rebaños de ganado vacuno y en los pequeños rumiantes (cabras y ovejas), teniendo poca importancia la agricultura.
En esta época, se introducen las primeras incineraciones en el ritual funerario. Las cenizas de los muertos se depositan en urnas cerámicas que son enterradas fuera de los poblados, por lo existen pocos restos humanos de ésta época.
Un tercer momento está definido por un apisonamiento del terreno y una estructura de piedras que definen una zona de cenizas con cerámicas a torno. Este momento fechado entre los siglos VII-VI a.c., las culturas indígenas del Bronce Final se están viendo modificadas por elementos intrusivos que parten de las factorías fenicias de la costa, iniciando el proceso de formación de la Cultura Ibérica, por lo que este periodo se le denomina como Protoiberico.
Los primeros cambios que vemos surgir en este momento son:
1º.- Se copian a torno las cerámicas a mano típicas del periodo anterior, conservando sus formas y coloraciones. 2º.-Llegan a la Vega nuevas importaciones procedentes de las factorías fenicias de la costa (p. ej. Platos de engobe rojo ánforas de alabastro etc.)
3º.- Por primera vez alcanza la región las primeras manufacturas del hierro.
4º.- Los patrones urbanísticos cambian profundamente. Las cabañas ovaladas, del periodo anterior, son sustituidas por viviendas más complejas de planta cuadrada en las que se aglutinan varias habitaciones, que indican la existencia de nuevos modos de vida y de una estructuración social de población.
La Cultura Ibérica, no esta representada en las excavaciones realizadas en la Cuesta de los Chinos, aunque cerámicas pintadas con clara tipología ibérica se encuentran dispersas por toda la superficie del yacimiento.
El yacimiento de la Cuesta de los Chinos cubre un periodo de más de mil años, aportando importantes datos para el conocimiento de las culturas de esta época., tanto a nivel comarcal como regional. Con la remoción de tierras, para la realización de una calle en la Urbanización de San Javier, ha puesto al descubierto nuevos restos materiales de este yacimiento, pero no se ha hecho nada para su estudio y definición del alcance de los habitas de la zona. Aunque podríamos calificar, zona arqueológica desde el Cortijo Javier hasta Gabia, porque como es sabido el crecimiento de la población desde sus orígenes, como ocurre hoy, siempre se ha dado de Norte a Sur.
Si en el Matadero tenemos el foco romano, podemos afirmar si temor a equivocarnos, que desde este punto hasta Hijas y el cortijo Javier es zona arqueológica prehistórica. (Cuando se realizo la instalación del trazado de la muy alta tensión, en el poste que se encuentra en el secano cercano a la acequia y a mi mitad de camino entre estos puntos, salio un molino prehistorio en piedra en buen uso, lo que nos hace pensar que esto y la cantidad de cerámica que reencuentra en superficie en todo el recorrido, ha sido lugar de ocupación en tiempos pretéritos.
Alhendin.- Noticias sobre enterramientos prehistóricos.
Sabemos que en la Quinta de Alhendin, se encontraron sepulturas que se componían de dos piedras de secano (piedra arenisca de Gabia) puestas de canto clavadas en la tierra y otra puesta en el fondo, sobre la cual se posaba otra que servia de tapa, pero en algunas tumbas faltaba la piedra que iba debajo, por lo que los restos del difundo se depositaban sobre la tierra; y en casi todas las tumbas se encuentran un cuenco o dos de barro cocido muy rudimentario y llenos de arenisca en polvo. Las sepulturas estaban situadas de Oriente a Poniente, habían sido profanadas en siglos anteriores. Las califican de la edad de los metales.
Años más tarde aparecieron según atestigua Alfonso el de la Quinta a la revista Juvenalhen en el año 1985, huesos humanos fosilizados y dos cuencos de barro del mismo estilo de los anteriores.
Según las mismas fuentes anteriores, en la cumbre de la pequeña colina de la Quinta (lo que en Gabia llamamos cortijo de las Roscas, pegando al Campo de Golf) entre otras cosas apareció una base circular de ladrillo grande, de difícil catalogación, pero con aspecto de ser muy antigua.
Dilar.-Dolmen:
Conocemos por D. Manuel de Góngora Martínez, que escribió en sus Antigüedades prehistóricas de Andalucía en 1868, lo que trascribo a continuación:
“Hace ya diez y siete años que cazando cierto vecino de Dilar, en la escueta llanura entre los Toriles y el barranco de la Calera, se empeño en sacar un conejo de una madriguera dio con gran habitación, cuyas paredes y techo estaban formados por piedras labradas de desmesurada grandeza..«
Divulgase la fama del suceso en Dilar y el cazador en cuestión denuncio el terreno y como rico en minerales y formo una compañía cuyas acciones vendió.
Los codiciosos mineros desenvolvieron el terreno; el monumento fue destrozado y las grandes piedras que lo formaban conducidas a costa de grandes sacrificios a la fabrica de bayetas propiedad de D. Pedro Roges, vecino de Granada, tan solo dos quedaron en aquel paraje, las que constituían la puerta, que miden 2,45 m. de alto y juntas 3,17 de ancho; la puerta tiene 1,95 de luz.
El monumento en cuestión era un dolmen complicado de nueve metros de largo formado por piedras extraídas de la cantera de Santa Pudia, que dista de allí dos leguas.
Sobre él se elevo un montículo de tierra cuyo diámetro mide veinte y tres metros y se limitaron con círculos de piedras clavadas en el suelo que generalmente tienen ochenta centímetros de longitud.
A cincuenta y un metros sur-sudoeste hay otro montículo y otro a los sesenta y uno. Sus respectivos diámetros miden 15,6 m. y 18,5 m. respectivamente.
Desembarazado el terreno de los escombros que lo obstruían, mi dibujante D. Bernardo Mora lo reprodujo fielmente.
Francisco de P. Valladar, en la revista Alhambra, recoge este acontecimiento y nos dice:
1º Todos estos dólmenes están construidos de manera que uno de sus lados corresponda con el oriente.
2º En Dilar están enterrados a gran profundidad.
3º Todos son de forma cuadrangular.
4º El suelo aparece generalmente cubierto de grandes cantos.
5º En ninguno se encuentran objetos que no sean de piedra o de cobre.
6º Los cadáveres aparecen enterrados en lechos horizontales y con
pequeñas piedras cerca de los cráneos”.
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