Las Aguas de Las Gabias

Introducción.-

La Sierra desde Gabia

La preocupación por el agua como el elemento más preciado del hombre, en cuanto que de ella depende su subsistencia, está presente en muchos topónimos granadinos y, de hecho, hay numerosos pueblos que deben su denominación a motivos hidrológicos. Está el caso de Dílar cuyo río denominaron los árabes ‘Reina de las aguas, aunque no se trata precisamente de un topónimo árabe, sino anterior; o Las Gabias, hoy integradas en un sólo municipio, pero que ya en época nazarí eran dos localidades distintas, “Gawiyar al-Kubra” (Gabia la Grande) y “Gawiyar al-Sugra” (Gabia la Chica), versión árabe de la voz latina “cavea” que significa cueva, pozo o deposito de agua.

Mucho más remotos son los orígenes de dos poblaciones que tienen en común una misma raíz pero que, hoy día, en nada se parecen. Se trata de Lancha de Cenes y Lanjarón que derivan de la voz céltica o ibérica “lancha” que significa “lugar abundante en charcos de agua” y “charco de agua viva y perenne”. En Lanjarón se produjo, al parecer, un aumentativo de la voz original dando lugar a “Lancharón” y en época árabe, ‘al-Anyurun’ o “Lanyarun” que, con las naturales adaptaciones a la nueva lengua, siguió siendo la misma zona que destacó por su fertilidad y abundantes manantiales de agua con propiedades mineromedicinales.

Por último tenemos la voz “Al-Hamma”, que da nombre a Alhama, un término muy frecuente en la toponimia española (existen “Alhamas” en Aragón, Almería, Murcia, etc.) y que hace referencia a la existencia de “baños termales”, a los que tan aficionados eran los árabes y de los que nos han legado importantes y bellas construcciones. Las virtudes curativas del agua que brota de Alhama ya fueron conocidas por los romanos e, incluso, por los íberos. No obstante, fueron los árabes quienes más las enaltecieron.

Ibn al-Jatib llegó a decir que «los hombres no hallan otra cosa que pueda sustituirlas pues son tan maravillosas como las aguas del paraíso». No tuvo, sin embargo, la misma opinión de la tierra alhameña donde, «sus camellos y ovejas contraían enfermedades que contagiaban a los demás ganados y los mismos hombres. Sus frutos sólo agradaban a los animales, sus bebidas no eran buenas para acompañar la comida y su frío era mucho e intenso».

También relacionado con el agua está Padul cuyo nombre procede del latín “Padul-Padulis” que significa “laguna”. De hecho, ésta ha sido una característica de la zona pues en El Padul existió un gran lago que se desecó a finales del siglo XVIII a instancias de los vecinos, para trasformarlo en un campo de cultivo y regadío que se ha beneficiado de los residuos vegetales acumulados en su subsuelo durante milenios, al servirles como un preciado abono natural.

La voz “padul” dio lugar, además, a la palabra “padulismo” una enfermedad producida por un protozoo propio de los terrenos pantanosos que inoculan ciertos insectos.

En la España musulmana fueron innumerables los ríos y localidades anexas nominadas con el componente “Wadi”, según el arabista Elías Terés, pero no todos reflejaron esta voz árabe después de la conquista. Algunos evolucionaron hacia la forma “Guad” (en Granada tenemos los casos de Guadahortuna, Guadalfeo o Guadiana Menor, llamado por los árabes (“Wadi Yana”); otro grupo cambió por entero su primitivo nombre (“Wadil- Qastali=Río Castril”) y, por último, están los que inicialmente conservaron la voz árabe para perderla después (“Guadaxenil=Genil”). Pero, vamos por partes.

El agua como símbolo y utilidad la tenemos presente en la localidad de Guadahortuna que recibe el nombre de un río al que los árabes denominaron “Wadi Fortuna”, compuesto de una palabra árabe (“wadi=río”) y de otra romance, “fortuna”. También está documentado el caso del río Guadalfeo que procede de la voz hispanoárabe “Wad al-F’éw” al que se le da el significado de ‘río de la quebrada, el que discurre por un desfiladero o espacio entre dos montes, lo que cuadra perfectamente con las características de su cauce, como también se corresponde con la realidad el nombre de la localidad de Jete (Sat=orilla), ubicada en la ribera del río Verde, en la Vega sexitana.

Uno de los mayores ejemplos de simbiosis entre el hombre y el agua lo tenemos en la romana ciudad de “Acci” a la que los árabes denominaron con el topónimo híbrido “Wadi As” (“río o valle de Acci”) de donde tomó e actual nombre de Guadix. También los autores árabes nos dan una detallada descripción de esta ciudad de la que destacaban tres características: el agua, el frío intenso y su excelente situación como punto de confluencia de varias rutas. Retratan la ciudad (“madina”) como un lugar donde vivían familias de rancio abolengo aunque de sus habitantes resaltaban, negativamente, su agresividad. Decían que se perseguían unos a otros, se increpaban con terribles calificativos y, en sus disputas, llegaban a hacer uso de las armas.

Eso sí: afirmaban que los accitanos poseían un innato genio poético y que el agua de su río, que baja de las cumbres nevadas, infundía inteligencia al torpe.

Con la forma abreviada ‘Gua-’ nos encontramos también a Los Gualchos, topónimo sobre el que los autores no se ponen de acuerdo aunque quien parece estar más próximo a su origen y significación es Elías Terés al asociarlo a “Wadi-l-Yawz”, ‘río de los nogales’.

Por último, tenemos los topónimos de Canales y Caniles, también muy presentes en la toponimia granadina, que proceden del latín “canalis” (canal), en referencia al tradicional sistema de riego por cauces artificiales.

Los árabes adoptaron el nombre latino dando lugar a “Qanalis”, del que tenemos tres topónimos en la provincia de Granada: Canales, de Quejar Sierra, un núcleo de población al que autores árabes ya nombran en el siglo XIV y que quedó el siglo pasado sumergido bajo las aguas de la presa que recogió su nombre; la villa de Caniles, en el término municipal de Baza que sufrió el fenómeno fonético conocido como imela por el que algunos dialectos árabes antiguos sustituían la ‘a’ larga por la ‘i’; y, por último, tenemos otro topónimo con el nombre de Canales, en Iznalloz, que en el siglo XII daba nombre a un castillo-fortaleza y su anexa población.

No menos curioso parece ser el origen del nombre de Bubión que algunos historiadores remontan a la raíz latina “bull-“ (“bullire”=”bullir”) y como tal Bulión se le menciona en un documento de 1514. Además del término estricto de “hervir” o “bullir”, a esta localidad se le atribuye un significado más complejo: ‘fuentecilla o manantial en que brotan las aguas bullendo mucho y haciendo ruido y ampollitas», según el erudito F. J. Simonet en su famoso “Glosario de voces ibéricas y latinas usadas entre los mozárabes”.

Las Gabias están asentadas en el borde oeste de los valles de los ríos Genil y Dilar, en este ultimo, en lo que podríamos definir como el gran valle del Genil, una vez han desaguado todos los ríos que aportan las aguas de Sierra Nevada. Pero decir esto solamente, seria una precisión por cuanto que, existen algunos arroyos y cañadas que han tenido y tienen una incidencia clara en el suministro de aguas para las poblaciones que componen las Gabias.

Desconocemos casi todo de manera documental anterior a los Reyes católicos, solo disponemos de épocas anteriores lo narrado por moriscos, mediante la lectura de los Libros de Hábices y Libros de Apeos, que recogen una toponimia y onomástica sin duda anteriores y en algunos casos muy antigua. También podemos aplicar datos que nos suministra la arqueología, (por desgracia escasa) para concretar el uso que se le ha dado al agua en otros tiempos, podemos precisar mediante los topónimos los lugares que estuvieron relacionados con este elemento, así como una cronología aproximada de su constitución. Un ejemplo de ello es lo relatamos a continuación:

“Yten así mismo dijeron y declararon que Luís Balles vecino de Gaviar la Grande tiene en el dicho termino de Gaviar la Chica una viña en ocho pedazos de ochenta marjales poco mas o menos linde los unos con los otros en el pago de Alhandas de riego e alinda de la una parte con el camino que va Alhendin e de la otra parte con el Arroyo del Agua que viene del Alhandas e con haza de Luis Rajit vecino de Gaviar la Chica”.

“Yten dijeron y declararon que así mismo tiene Hernando de Chinchilla vecino de Gaviar la Grande una haza en el pago del Jalil que alinda de la una parte con acequia que va a Churriana e de la otra parte con hazas….. y es de siete marjales poco mas o menos”.

“Yten mas tiene el dicho otra viña en el dicho pago de dieciséis marjales poco mas o menos que alinda por una parte con el Arroyo del Agua e de la otra parte con la senda que va de Gaviar la Chica a las viñas e con la viñas de García Lacalle”.

A principios del siglo XIII, en el año 1226 en época almohade aparece en los documentos árabes un Alhendinense Omar Ben Aheda (Abdalla) que interviene en el repartimiento de las aguas del rió Genil, como perito y hombre justo de reconocida autoridad y solvencia en los manuscritos antiguos.

Repartimiento de las aguas del río Genil, según Bernardino Xarafi, que debe estar copiado del documento anteriormente indicado y este a su vez de otro anterior, nos narra lo siguiente:

El río Genil se reparte para regar la vega en cinco partes:

1º.- Dos quintas partes para la acequia de Güe Mayor con la que riegan las arquerías de Armilla, Ghurriana, Cullar y el Pago de Tarramonta.

2º.- Un quinto y medio para la acequia de Erabmaçan para regar Purchil, Ambros, Belicena, Tarramonta y Lamatar.

3º.- Medio quinto para la acequia de Quemaur para el riego de la alquería y pago de Quemaur, parte de Granada y la arquería de Nafejar.

4º.- Un quinto para la acequia de Tafiar para las arquerías de Tafiar, el Majaxiz y Tarfe .

5º.- Lo que sobra del río para el Godco (Santafé), río Abrahen, parte para Belicena y las tierras de Almagexir.

Estos del 5º grupo son los que tienen derecho a los alquezares de Santafé.

Una curiosidad que se recoge en una sentencia del Licenciado Castro, en 1540, sobre donde se deben realizar las comprobaciones de la sequía del río

Genil, para que se puedan dar el alquezar dice: «yten, dice el mencionado interrogatorio, si saben que cada e cuando que no va agua por el Río Xenil por el vado de Málaga, que es como pasa el camino de Gaviar, el consejo de la dicha villa (Santafé), é sus guardas, pueden derribar el agua del Acequia Gorda para que vaya al Río, é de ay se toma por la Acequia de Santafé, lo cual se hace desde el viernes a medio día hasta el domingo» etc…)

Como podemos apreciar claramente en el reparto anterior, las poblaciones o haciendas lindantes con el termino de Las Gabias, tienen el derecho de al menos 4/5 partes de toda el agua del Genil, lo que puede suponer que son añadidos posteriores, conforme se va desforestando y poniendo en valor la actual Vega de Granada, si esto fuera así, cabria pensar que el origen del desarrollo intensivo del regadío en la Vega de Granada seria los entornos del Dilar en su parte final, (personalmente creo que comenzaría en las inmediaciones de Hijar, en un pequeño entrante de la vega sobre la zona de secano, que se aprecia claramente en los planos de situación) sin descartar claro esta, la utilización del agua para riego en pequeñas cantidades, en otros lugares y con una antigüedad igual o anterior. 

Implantación del aprovechamiento del agua en la Gabias.-

Desde la prehistoria, en la Vega de Granada esta documentado el uso de la acequia[1], como hemos comentado antes, es más que probable que la acequia del pago Seco sea de esta época, por su trazado y terminación de la misma que lo hace justo donde se han encontrado tumbas argaricas. Que pasaría a denominarse Pago Seco cuando los de Alhendin se apropian del agua de las Andas, quedando con derechos de agua residuales y una parte pequeña en propiedad correspondiente a aguas del viernes, del río Dilar, que debió serle otorgada en una reestructuración posterior de los derechos de las aguas de Las Gabias. Fijar una fecha de cuando se perdieron los derechos del agua sobre las Andas es complicado, podríamos estimar que fuera antes de que se realizara el trazado de la Alpolaca, aunque parece mas adecuado pensar que seria entre los siglos IIX y IX, que fue cuando se enfrentaron en esta región los cristianos residentes en ella, poseedores de los derechos ancestrales de las aguas y los nuevos vecinos musulmanes llegados para ocupar estas tierras en época de los Abderramánes y posteriores, que como sabemos por lo estudiado al hablar del nombre de Las Gabias, fue cuando en Alhendin y otras tierras mas altas se asentaron estos nuevos colonos.

En Las Gabias abría que distinguir tres fases principales en la expansión del regadío, una primera ya comentada[2], de escaso interés económico porque como podemos comprobar en las parcelas de Las Viñas, el terreno no esta suficientemente nivelado, aunque dispone de acequias y se riega.

La segunda, que estaría ya en marcha la toma de agua del río Dilar desde el lugar de los repartimientos a la altura del Cortijo del Marchal, o quizás mas arriba, (aunque este lugar antes indicado aun hoy dispone de los medios naturales para poder hacer la presa para la recogida de aguas con escaso esfuerzo) que regaría este mismo paraje, el termino de Gabia Chica, jueves y domingos y los actuales pagos de: Lunes, Martes y Miércoles y Viernes.

La mayor parte de la vega del margen oeste del río Dilar, creemos pudo entrar en funcionamiento en época romana, (o se realizo un cambio profundo en esta época, sobre trazados y aprovechamientos anteriores, lo mismo que algunos pagos como el de la Bujía (Alhendin) y la mayoría de Las Gabias) por las razones que hemos comentado anteriormente. Una tercera, que podríamos estimar entro en funcionamiento con posterioridad a la entrada de los musulmanes en la península, y que me atrevería a fijar entre los siglos IX y X, que correspondería al margen del este del Dilar, lo que llamamos hoy como Los Llanos de Armilla.

El sifon de Los Llanos

Esta parte se regaría por la acequia que hoy llamamos de los Ogijares, que le llamaba la Real, y durante algunas épocas, se regarían también las vegas de Gabia chica, Gabia la Grande e Hijar. Existen vestigios de al menos dos pasos de agua en sifón, sobre el río Dilar, en sentido contrario uno del otro. El mas antiguo de ellos que esta a la altura de los Repartimientos y que podemos ver en la foto, por la estructura de las construcciones anexas, hay una pequeña presa en el lado de Los Llanos para almacenar el agua que no pudiera absorber el sifón, nos hace pensar que este se usaba para pasar el agua del lado Este al Oeste, donde se encuentran la mayoría de marjales y sus tierras son mas productivas, al ser de mejor calidad. Este medio que se utilizaba para pasar el río, debió construirse entre los siglos IX y X, consta de dos cilindros en piedra arcillosa de la cuesta de la Atalaya, trabada con argamasa calcárea, de mas de dos metros de diámetro cada uno, con restos de embocaduras para el tubo (que inicialmente seria de piedra como se observa en los arranques del mismo) comunicado al menos a un metro de profundidad de la superficie a regar y de un calibre de aproximadamente 60cm. Hoy por razones de haber sacado arena del cause de río, esta embocadura de los sifones, se encuentra al menos a dos metros por encima del cause, como podemos apreciarlo en la fotografía antes indicada. Otro mucho más moderno, de tubos de hierro, esta situado algo más abajo, estimamos se usaría en sentido contrario, desde los Repartimientos para el riego de Los Llanos. Creemos que esta etapa de expansión del riego de estas tierras muy pobres, al tener un escaso fondo arcilloso, se corresponde con el asentamiento en Los Llanos, de las tribus beréberes, que posteriormente dieron el salto para la fundación de Granada[3].

Del análisis de lo comentado mas arriba, habría que preguntarse que papel ha jugado Las Gabias a lo largo del tiempo en toda la cuenca del Dilar, en lo que a los derechos del agua se refiere. Podríamos pensar que desde siempre, como ocurre hoy, con el agua de este río de noche, ha sido propiedad exclusiva de esta población o de su término, mucho mas amplio que el actual, por haber sido durante siglos la más importante, con diferencia, de esta cuenca. ¿Que ha pasado a lo largo de los años con estos derechos¿ quien los ha modificado, las razones o la fuerza esgrimidas para cambiarlos, que avatares han transcurrido, para desembocar en el siglo XVI con una reglamentación muy parecida a la actual y se argumente, como veremos mas adelante, que estos eran muy antiguos, desde que se tiene memoria (histórica).

Entre las reflexiones que he realizado y que llama mas mi atención esta, la de porque Las Gabias no tiene el agua del Dilar la noche del sábado, que como sabemos la posee Alhendin, que es propietario de las aguas de día en la proporción que mas adelante veremos. La explicación que he encontrado a este hecho, es que, probablemente los usuarios del agua (como ocurre con otras acequias documentadas en Granada, donde precisamente el día de descanso es el viernes, lo que demostraría una regulación realizada por los árabes), este día fuera festivo y estuviera prohibido el trabajo, incluso el riego. De todos es sabido que el pueblo judío de antiguo y en la actualidad, celebra la festividad semanal en sábado. También es probable que, en los primeros tiempos del cristianismo, por la influencia judía, celebrara en sábado el día festivo, tuvieran influencia en la delimitación de los derechos del agua de estas poblaciones, puede también, que fuera puro azar, el que solo le tocara dos noches a cada población y el sábado por algún capricho del destino, se lo adjudicara Alhendin.

Personalmente me inclino por razones que se entenderán en el contexto general de este trabajo, que fueron los primeros los que tomaron esta decisión, por razones religiosas y condicionaron con esta actitud los derechos consuetudinarios esgrimidos por el resto de pueblos, a la hora de fijar los repartos del agua con un carácter más formal desde el punto de vista jurídico.

Otra de estas reflexiones en el sentido de la anterior, de que poseyendo todos los derechos del agua, porque solo se queda con la parte de la noche, en la época donde el agua escasea por la ampliación de tierras cultivables y con una reglamentación tan estricta, que estimamos tuvo que costar muchos esfuerzos conseguir su puesta en marcha, sobre todo en apocas de sequía extrema. Cuantas disputas debieron suceder para conformar a todos los interesados de poblaciones tan dispares, sabemos que hasta en los años cincuenta era necesario subir dos labradores a los repartidores, para que el agua bajara a la vega de Las Gabias. La razón que he encontrado solo puede ser de índole práctica. En estas vegas en los años lluviosos y de nieves medias y buenas, es sabido que, hasta el mes de mayo no son necesarias regular las aguas porque se dispone en cantidad suficiente para las necesidades de toda la vega. A partir de estas fechas que aprieta el calor y aunque las noches son mas cortas, con lo que dispondrían de menos horas de agua, se hace mas llevadero regar, aunque siempre seria un inconveniente, salvo que hubiera otra razón mas poderosa que aconsejara la noche para el riego, solo he encontrado una, pudiera ser esta o no, podrían ser otras, pero la que pretendo explicar me parece de suficiente peso para tomar la decisión que tomaron. En esta época que estamos tratando, esta preciosa vega estaba repleta de árboles frutales de todos los tipos, como nos narran los autores que hablan de la vega de Elvira y es sabido que, estos tipos de árboles si se encharcan sus parcelas en verano al regar a manta y se calientan las aguas, dañan las raíces de los mismos ocasionando enfermedades incurables y en algunos casos se secan sin remisión porque se pudren sus raíces. Estas explicaciones vienen dadas desde el conformismo de lo posible, sin olvidar que, lo ideal seria poseer el mayor número de horas y caudal de agua y administrarlo a su antojo, pero debemos tener en cuenta el nuevo orden establecido por los vencedores musulmanes, establecidos en estas tierras, con un peso muy importante en el desarrollo del mando institucional.

Comprender como han trascurrido los cambios habidos en mas de dos mil años, en la propiedad del uso del agua para el riego, parece tarea compleja, descubrir como con el mismo agua se han incorporado mas marjales al regadío de estas vegas del Dilar, sin que se modifiquen los derechos adquiridos anteriormente, parece tarea dificultosa. Sin ninguna duda han debido de existir enfrentamientos entre pueblos de carácter grave, para conformar la realidad actual.

Tratar de explicar las razones históricas de los cambios o modificación de derechos sobre el agua, desde los primeros albores de la agricultura de regadío en esta zona del río Dilar hasta hoy, sin documentación, sin datos objetivos, es un atrevimiento que no estaría justificado, salvo por la pretensión de adelantar conjeturas que, otros sin duda con mas datos y mayor conocimiento histórico, podrán aclarar.

Las explicaciones sobre los avatares históricos, que nos dan los historiadores, están en la mayoría de los casos faltos de fundamentos materiales, cuando la realidad de lo cotidiano, nos introduce en las valoraciones socio económico, como elementos fundamentales de los actos trascendentes de las vidas de estos pueblos. Estos hechos se puede comprobar en tiempos no tan antiguos, donde las ordenanzas municipales de los siglos entre otros XVI al XIX, sobre el agua, se ve claramente como se administra y se conduce a los sembrados que mas la necesitan, sin respetar el orden establecido ancestralmente, como se priorizan determinados productos con el pretecho del mantenimiento del pueblo, caso del trigo y las habas, etc., no sin grandes discusiones sobre lo que es mejor para la comunidad y como a veces impera la ley del poderoso sobre el débil.

Sugerir una nueva posición, en los argumentos de las disputas habidas en esta zona, sobre todo, entre los siglos IX al XI, de árabes contra cristianos me motiva a dar mi opinión sobre el tema.

Es incuestionable, unas diferencias religiosas y culturales, entre estos grupos, que conviven inicialmente separados en espacios distintos, (en las Gabias existe el barrio de la separación, precisamente esta ubicado arriba de las aguas que llegan del Dilar, es probable donde hoy esta el barrio Alto o cruz del “Palanco”) conservando sus bienes y derechos los antiguos pobladores. Se le adjudicaron en principio, las tierras yermas menos productivas a los nuevos ocupantes. Este esquema de vida en común no podía continuar mucho tiempo así, sin que comenzaran a querer apropiarse los conquistadores musulmanes, de derechos generales de la comunidad como puede ser el agua y los pastos comunales, las sierras pobladas de árboles, etc., debieron también generarse envidias por las diferencias de posesiones entre uno y otro grupo, como luego ocurrió en la conquista de los Reyes Católicos.

En este tipo de agricultura de la vega del río Dilar que como hemos visto, el agua jugaba un papel determinante, sobre todo en los años más secos, para salvar las cosechas, generaría disputas en la zona, sobre todo cuando empiezan a entrar nuevos terrenos en producción, en las zonas mas altas de Alhendin, Ogijares, Otura Dilar, Gojar y las mas bajas de Armilla, Churriana, Cullar Vega, Belicena, Santa Fe, Purchil, Ambros, y como hemos indicado anteriormente también en los términos de las Gabias, con el establecimiento que hace Abderramán I, de pobladores llegados de Siria,

Iraq, Irán, Arabia…..

Agua en abundancia para todos no había, se modificarían los cultivos, mejorarían los sistemas de transporte, cambiarían las prioridades en los distintos pagos, pero dependiendo de la fortaleza en la defensa de los intereses, en muchos casos con la fuerza, daría un nuevo orden.

Creo que en estos siglos los árabes juegan un papel determinante en la puesta en regadío de grandes extensiones que hasta entonces estuvieron abandonadas por falta de la infraestructuras (acequias, fundamentalmente) en la vega alta de Granada, se aprovechan todas las aguas de los ríos Genil, Monachil, Dilar, Darro, Beiro hasta conseguir una producción agraria muy superior a la que había antes de la invasión. Los cambios en la actual vega de Granada, para la puesta en regadío de todas sus tierras siguen siendo muy paulatinos, en las zonas húmedas de las cuencas de estos ríos, sobre todo del Genil, donde era frecuente en épocas ya cristianas que no se pudieran cultivar, debido fundamentalmente a los lagos que se formaban durante el invierno y a la insalubridad de las zonas pantanosas, que estaban llenas de insectos que propagaban enfermedades y las hacia poco actas para el cultivo.

División de las aguas.-

Por el uso las podemos definir como: Aguas para el consumo de personas y animales, aguas para el riego y aguas para la producción industrial.

(Cáñamos y linos; tintes etc.). Podría haber otras divisiones pero para Las

Gabias no lo estimamos procedente

Por su procedencia la podemos dividir: Aguas del subsuelo (pozos), aguas de las fuentes y deshielos y aguas de lluvia.

Las distintas formas de almacenarlas: pozos, aljataras, aljibes, albercas, charcones, pilares y depósitos (“Torreón”).

Los distintos tipos de aguas: Aguas potables, de riego, aguas medicinales, salobres, etc.

Los medios de transporte del agua desde la antigüedad son: Ríos, arroyos, cañadas, qanat, acequias, tuberías: plomo (Mina Toleo) barro cocido (Mina Toleo), de piedra (La Alcantarilla y el sifón de Los Llanos) y otras mas modernas no necesarias para este estudio).

Sin lugar a dudas como hemos dicho anteriormente, el agua condiciona los lugares de asentamiento de las personas, en la mayoría de los casos están ligados inseparablemente a ella, al menos en tiempos antiguos, cuando no se disponía de los medios de control, almacenamiento y trasporte de hoy.

Las Gabias están asentadas en el borde oeste de los valles de los ríos Dilar y Genil, en este ultimo, por cuanto que la desembocadura del primero sobre el segundo, se realiza a mas altura que la posición originaria de la población principal actual, aunque hoy, solo Hijar se encuentra en lo que podríamos definir como el gran valle del Genil, una vez han desaguado todos los ríos que aportan las aguas de Sierra Nevada. Pero decir esto solamente, seria una imprecisión por cuanto que, existen algunos arroyos y cañadas que han tenido y tienen una incidencia clara en el suministro de aguas para las poblaciones que componen las Gabias.

Desconocemos casi todo de manera documental anterior a los Reyes Católicos, solo podemos intuir algo anterior a esta época, mediante la lectura de los libros de Hábices, de Apeos y Repartimientos, que recogen datos interesantes para aclarar en parte, la vida de las gentes que vivieron con anterioridad a la reconquista.

También podemos aplicar datos que nos suministra la arqueología, para concretar el uso que se le ha dado al agua anteriormente, en esta zona, podemos precisar mediante los topónimos los lugares que estuvieron relacionados con este elemento, así como una cronología aproximada de su constitución.

En las Gabias el agua, tiene diferentes aprovechamientos en el tiempo, diferentes lugares de suministro y diferentes medios de trasladar el agua donde se necesita.

Queremos comenzar por el uso que consideramos más antiguo, sabemos que en la prehistoria, la población de Gabia, estaba asentada en el límite de la vega con el secano, a la altura de Hijar, conocemos también, por los restos arqueológicos encontrados, que en estas mismas fechas la población originaria de Alhendin[4] estaba ubicada en las cercanías de las Andas, sabemos por relatos de autores antiguos que el cauce del Genil (pensamos que también el Dilar) poseía una vegetación muy feraz, con pequeñas lagunas y pozas en todo su recorrido.

Estos elementos son los que en conjunto, con las avenidas en tiempos de lluvias, harían que el agua de estos ríos fuera poco útil para el uso domestico y usaran los pozos o aljibes, para el uso diario.

Los ríos y arroyos.-

Por el término municipal de Las Gabias, pasan dos ríos y tres grandes arroyos, los primeros son: el río Dilar que viene de sierra Nevada y recorre todo el lado este del territorio para desembocar cerca de Ambróz, originando con sus aguas una magnifica vega y que por su importancia en el desarrollo de la vida de Las Gabias, tendrá un tratamiento especial mas adelante.

Otro río es el Salado, recorre toda la parte oeste del término actual de las Gabias, en el secano, de escasa incidencia para la vida de la población, no tiene mas interés que el recogerlo como elemento geográfico presente. Si ha tenido y tiene gran importancia en la vida del pueblo de la Malaha, debido a que sus aguas son muy salobres y se aprovechan en las salinas que hay junto ha esta población.

El arroyo más cercano a la ubicación originaria de Gabia, sin duda, es la Cañada Honda, de aguas permanentes aun en los años más secos, algo salobre y escasa, aunque con algunas propiedades para la salud, cura todo tipo de postillas y ulceraciones de la piel menos profunda. Nace por encima del puente de la carretera, en el camino de Montevive, en unos juncales en el margen izquierdo según se sube, a muy poca distancia de esta. Su aprovechamiento estaba limitado por el poco caudal que suministraba, pero es mas que probable que fuera este abastecimiento el utilizado por la población en años muy secos.

Quizás de esta agua tome el nombre, o bien de alguno de los “remanaos” que conocemos existían entre este lugar y el barrio de Piniché, la Alhomaima.

Me inclino a pensar, que pronto encontraron una solución de suministro de agua más duradera y eficaz en el arroyo siguiente, mas arriba, el llamado hoy de las Handas (o de los cañaverales, o barrancones). Nace por encima de Alhendin, de fuentes que no se secan nunca, con agua muy buena para el consumo humano y para los cultivos, aprovechada en la actualidad para regar la vega de este pueblo. Sabemos que a este arrollo se le llamaba también, en algunas ocasiones, (precisamente en relatos de posesiones antiguas) en la época de transito de la cultura musulmana a la cristiana, Arroyo del Agua. Este dato esta recogido al menos dos veces en los Libros de Apeos y Repartimientos de 1572 de Gabia la Chica y nos reafirma en lo expuesto anteriormente.

Digo esto porque aun hoy, existe una toma de agua de este arrollo a la altura del Campo de Golf, justo en el cruce del camino de los Cosarios, que sigue por una acequia que recorre todo el pago Seco, atraviesa la población actual de Gabia la Grande y sigue por las Viñas lo que se ha llama pago Viernes, tiene su últimos recorridos, donde se ha encontrado la sepultura algarica de la Cuesta de los Chinos.

Esta toma debe ser muy antigua por la razón siguiente, conocemos el topónimo Alcantarilla existente en el paso precisamente de las Andas, de la acequia que en la edad media llamaron la Turbia o Alpolaca, el Romanzin, etc., creemos que estos nombres tienen una antigüedad que podríamos definirla como cercana a la época romana, existe un ramal que sale de los Repartimientos del río Dilar a la altura del cortijo del Marchal, anterior a esta acequia que viene a desembocar en el mismo lugar donde se toma el agua de las Andas.5 Una curiosidad que nos hace pensar que el anterior era más antiguo, es que se mantienen actualmente sin riego las hazas que por el nivel de la toma de las Andas no era posible hacerlo por su pie, cuando con el nivel de la nueva acequia podrían perfectamente regarlas.

El siguiente arroyo en el sentido ascendente, es el Marañon, en el término de Gabia Chica. Tiene escasa entidad como aporte de aguas, solo destacar que, existió una acequia en el siglo XVI con el nombre de Marañona, además de una calle en Gabia la Grande, precisamente baja del Torreón a la calle molinos.

Entrada al pozo de “Santunino” en La Carrera, cerca del cortijo de Miguel Arroyo

Los pozos y qanat de Las Gabias.-

Hasta nuestros días, han llegado dos pozos que se encuentran en el secano, de aguas rezumadas permanentes, que salen por su propio pie, aunque con un agua un poco salobre, pero que se ha usado para beber el ganado y regar pequeñas parcelas, precisamente uno de ellos, el que le llaman de Serranico, (en los habices aparece también llamado con un nombre de persona Abu Rida) esta muy cerca de donde creemos se estableció originariamente la población de Gabia, desconocemos su origen y sus formas. El otro que le llaman, de San Saturnino (en la misma epoca anteriormente descrita se llamaba qanatzenet o qanat de la cuesta), que se encuentra en lo que llaman la Carrera, junto al Camino Real, es pozo de galerías en forma de racimo, al estilo de los pozos sirios, abierto posiblemente con la llegada a la península de los musulmanes, al principio del siglo VIII, en la espera del ejercito musulmán para la toma de Elvira, pues conocemos un relato de mediados del siglo XV, refiriendo la existencia siempre de agua fresca para beber en una tinaja en el camino de la Malaha a Gabia, mas o menos a la altura donde se encuentra este pozo, porque un moro a si lo quiso, dice el relato. Dando entender que lo mando construir alguien que, se había perdido en ese tiempo el recuerdo del mismo. Los dos son qanat, tal como se define en los diccionarios, “galería filtrante”.

Debemos saber que antiguamente debieron existir algunos más de estos pozos, o remanaos, que corrieron en las cercanías de la población, sabemos por el libro de Díaz de la Guardia que, a finales del siglo XVI el ayuntamiento de Gabia La Grande, vendió un trozo de tierra de un marjal, en las eras altas (estaría en las cercanías de la cruz del “Palanco”, en el barrio alto, cerca de la calle del Chorrillo) tenia un pozo, rodeado de grandes piedras que ya no se usaba. Tenemos también, al menos dos topónimos mas en la Población de Gabia La Grande que recuerdan este tipo de pozos o remanaos permanentes, hoy desaparecidos, uno de ellos es, a mi entender, con gran calado histórico es el barrio de la Churra, que como ya hemos dicho significa chorro de agua en árabe, su cercanía al Torreón, nos hace pensar un uso del agua con fines de abastecimiento a esta Alcazaba, otro es la Alhomaima, significa en árabe el bebederillo (bebedero pequeño), este lugar se encuentra entre el barrio de Piniché y la Cañada Honda, que se debía de usar para dar de beber al ganado y existe otro topónimo muy antiguo quizás preiberico hoy desaparecido pero recogido en escritos del siglo XVI en las cercanías de Hijar que se llamaba Alhobeiba.

Podemos hablar en este entorno también de las Aljataras, o tipo de pozo de donde viene el nombre de Gabia, aparece la “Alhatara[5] de Cular” en los libros de Hábices de 1505, en el secano. (Las llamadas Aljataras eran un sistema primitivo de sacar agua, para el ganado o para tierras de cultivo de poca extensión, este vocablo se documenta ya en los siglos XII y XIII. Se conoce que, en la Puebla de don Fadrique tuvo un secano con Aljataras que allí le llamaban GABIAS)[6]. Consistía en una pértiga con una piel de cabra en una punta, a modo de vasija, que servia para sacar agua de un pozo, riachuelo, etc. y verterla en una acequia, para regar o darle de beber al ganado.

Pero estamos convencidos que este tipo de aprovechamientos, fue mas frecuente del que las noticias escritas o indicios toponímicos nos delatan.

Los qanat, según el Libro de Hábices antes comentado, también son frecuentes en esta zona, recogen al menos dos citas de los mismos, consisten en pozos construidos donde el agua no sale a la superficie por su pie, utilizándose, las gavias o aljataras y otros sistemas para sacar el agua.

Las dos citas parecen estar en el secano, una de ellas aparece así documentada, la otra hace referencia a la cuesta, lo que ha suponerlo.

En 1505 aparecen: Pago Canatazene = Canat de la Cuesta y Hauz Canata e

Borrida (en secano) = Canat de Abur Rida (nombre Propio).

Ya en nuestros días, cuatro pozos se han abierto por la comunidad de Regantes en las cercanías del Río Dilar, extraen agua día y noche durante el verano, usando las “pantanetas” (grandes estanques de almacenamiento de agua, una esta en el termino de Alhendin y la otra en el de Gabia la Chica, en el pago del Agramanzon, cerca del antiguo cortijo del Molinillo) construidas para el almacenamiento del agua de la dula durante las noches, para regar durante el día. El caudal medio es de 60 litros segundo y pozo.

Recientemente se han abierto pozos perforados en el secano, encontrando agua acta para el riego de fincas a una profundidad de entre 60 y 100 metros, dependiendo de las zonas de perforación.

Barrancos y cañadas.-

Conocidos hoy por este nombre de barrancos son: el del Quebrantó y el de la Longaniza, los dos de escaso interés, curiosamente donde esta la plaza del Ayuntamiento, siempre se le ha llamado El Barranco.

Las cañadas son:

Botoro, del

Cambrón

Carril, del

Espárragos Blancos, de los

Gojar, de

Grajos, de los

Hijar, de

Híro Prieto

Lazo, el

Patrona, la

Plata, la

Puerta, de la

Real o Realenga (También llamada la Trocha)

San Saturnino, de (Santunino, en jerga popular)

Vilches, de

Todas estas cañadas del secano, tienen una particularidad con los “remanaos”, durante la época invernal mantienen un cauce mas o menos amplio, según sea el año de lluvias, manteniéndose este con mayor o menor intensidad, hasta los meses de abril y en algunas ocasiones, en años de grandes lluvias hasta el mes de mayo, como pequeños arroyos que hacen e paisaje mas ameno y agradable, dando la impresión de encontrarse en tierras de abundancia de agua. Esta agua no se puede beber, según la tradición debido a su salubridad, no quita la sed, tampoco es aprovechada para el riego, aunque podría cuestionarse esta aseveración, porque conocemos que actualmente en una finca del Malpasillo se utiliza agua de estas características para el riego de hortalizas, árboles frutales y otros productos de la tierra.

Las acequias: 

Las acequias principales que Llevan el agua a Las Gabias, desde el río Dilar, han modificado sus nombres a lo largo de los tiempos, también han modificado sus tomas de agua, sus trazados, aunque estos últimos en menor escala. Tenemos constancia como veremos mas adelante, de que se pueden llamar con dos o tres nombres las mismas acequias, dependiendo de la época en cuestión y de los documentos que barajemos, desde el llamado Batan8 o presa de la Alcafa, las aguas se tomaban para Alhendin por la acequia de la Alcazaba, a Gabia Chica por la Marañona, a Gabia la Grande por la Turbia igual que ha Hijas y la Real, para la distribución de aguas de los Ogijares y Gojar, que posiblemente en los siglos IX y siguientes serviría para regar los llamados llanos de Armillas, donde hoy se encuentra el Aeródromo. Pero tenemos testimonios orales de moradores de un cortijo justo por encima de los repartimientos, en el margen derecho del río, que están cerca del Marchal, que ellos llaman ha este trozo de acequia que pasa

El sifón sobre el rió Dilar que pega a Los Llanos. 

por delante de su casa, La Real, que nosotros conocemos por la Alpolaca y que en otro tiempo se conoció como hemos indicado mas arriba por la Turbia y en tiempos anteriores posiblemente le llamarían a esta zona la  Bujía[7]. Este testimonio de que La Real era la acequia de Gabia esta recogido en uno de los libros sobre Alhendin escrito por José Codina Salinas.

Según otros documentos, sabemos que Alhendin regaba por la llamada Alpolaca, al igual que Gabia y Hijar, Gabia Chica por la de la Alcazaba, (desconocemos si es la misma que la de Alhendin) y que la citada también para determinados pagos de Gabia la Grande.

Las acequias secundarias tienen los nombres de los pagos que riegan, que han ido cambian con el tiempo y con los moradores de cada momento.

Distinguiremos por su importancia actual la acequia de las Viñas, que después de pasar por toda la población sur-norte, siguiendo desde la huerta de Antonio Morales, pasando por las casillas, por delante justo de la puerta de la Iglesia, recorriendo toda la calle Molinos y terminando su recorrido cubierto en el camino Hondo, justo a la altura de lo que llamamos “Mina del Tío Toleo”. Este recorrido cubierto es bastante antiguo, desconocemos desde cuando, pero no existen testimonios ni orales ni escritos que nos hagan pensar sea de fecha reciente. Si sabemos que en los años cincuenta, del siglo XX, con ocasión de encausar la acequia con hormigón, se levanto todo este recorrido, se le dio las profundidades requeridas y se volvió a tapar como hoy se encuentra. Destacar que al paso de las obras por la plaza de la Iglesia se desenterraron tumbas con crucifijos, lo que nos hace pensar que fue este el cementerio anterior al actual y que en otro apartado ampliaremos.

Las tuberías:

Hemos encontrado a lo largo de la preparación de estas notas, indicaciones restos arqueológicos sobre el transporte del agua en la antigüedad, en el termino municipal de la Gabias (hoy bastante mermado en su extensión originaria). Las principales referencias encontradas Son:

Tuberías de plomo y de barro cocido en la “Mina Toleo”, siglo IV o principios del V: El estudio de estos dos elementos que definen por si solos la importancia que en estas fechas ya tenia el agua en estas tierras, al tratarse un elemento, el plomo, que solo se utilizaba cuando se necesitaba presión en las redes de agua existentes en la poblaciones que la poseían y que en esta zona cercana a Granada solo se han encontrado hasta el momento, en este lugar y es poco frecuente en el resto de poblaciones de Andalucía, para esta época.

Los tubos de barro cocido: Se han utilizado tanto para el transporte de agua con baja presión, como para hacer de encofrado para las bóvedas, en este caso que estamos tratando, aunque los historiadores que han estudiado estos elementos constructivos encontrados en “La Mina Toleo”, se han decantado en este caso que servían para el soporte de la bóveda de la cripta, personalmente me inclino, que los encontrados en las excavaciones originarias de este monumento por Cabré se utilizaban para el desagüe del agua de la fuente octogonal existente en la misma, al encontrarlos adosados al muro de la cámara

Tuberías de piedra: La alcantarilla, está estaba ubicada cerca del camino de Gabia Chica y cercana al río Dilar para salvar Las Andas, se trataba de un canal de piedra en forma de U, (desconozco donde se ha llevado este elemento tan interesante) de una sola pieza y que servia además usando los bordes de la misma para el paso de las personas, de aquí toma su nombre. La construcción de este elemento esencial para el paso del agua a la población, ya que esta acequia pasa por todo el pueblo y junto a la Mina “Toleo” y servia para el llenado de las aljibes tanto particulares como publicas, debió realizarse según los indicios de las descripciones realizadas por los regadores en los libros de Apeos, en fechas muy antiguas, con toda seguridad anterior a la invasión mahometana, quizás en época visigótica, salvo que en otros tiempos la acequia del pago seco estuviera unida a esta, por el barrio alto, pero en cualquier caso, el nombre de Alcantarilla, por si mismo nos hace pensar que es de la época antes indicada.

El sifón de piedra sobre el rió Dilar, ha quedado suficientemente explicado anteriormente.

El río Dilar.-

A principios del siglo XIII, en el año 1226 aparece en los documentos árabes un Alhendinense Omar Ben Aheda, que interviene en el repartimiento de las aguas del rió Genil, como perito y hombre justo de reconocida autoridad y solvencia en los manuscritos antiguos[8].

Sobre el regadío de las aguas del Genil contamos con un magnifico documento del siglo XII (1219), redactado por el padre de Abdalla y estudiado por Garrido Atienza, aunque las referencias se remontan como poco a la época Almohade, aunque para algunos estudiosos creen que los regadíos granadinos se remontarían hasta el Emirato o principios del Califato, (aunque cabria pensar que en la zona es muy anterior a estas fechas, de época romana con garantía y anteriormente es mas que probable).

De este documento se realizo una traducción en 1502 al castellano, por el escribano Xarafi, lo que demostraría que el sistema de distribución de las aguas se mantenía prácticamente inalterado y que también fue respetado por los cristianos.

Aunque en este documento no aparece la cuenca del Dílar y otros afluentes del Genil, no podemos pensar que los criterios y derechos de reparto del agua de esta cuenca, no tuvieran su regulación y antigüedad, como veremos mas adelante.

Francisco Enríquez de Jonquera, en su libro, Anales de Granada: “De los mismos peñascos de nieve, mas al mediodía, se desatan liquidas corrientes a engrandecer si humilde manantial de la fuente de Dílar , de quien toma el nombre, Faldas de la sierra y recogiendo cristales de pequeño arroyuelo se ostente rápida corriente, tan manirroto que por no ser menos caudal que los ya referidos, si en cortos limites repartidos en brazos por la una y otra parte, refrigera y fertiliza campos deleitosos de la granadina vega, dando de beber por la parte de mediodía a los lugares de Dilar, a Otura, Alhendin, Gabia la Grande y Gabia la chica, Ambróz y Cullar y por la parte del norte los lugares de Gojar Churriana Purchil, Purchilejo y Belicena, en cuyos términos se consumen las aguas de estas sangrías y corriendo el poniente lo demás restante lo admite en sus entrañas el Genil plateado, donde su antiguo nombre pierde habiendo regado muchas huertas y heredades”.

Pero fue a principios del siglo XVI, cuando surgieron problemas con los repartos de las aguas, las autoridades con el fin de evitar tensiones y garantizar las costumbres anteriores que se remontaban al periodo medieval, se tradujeron como hemos dicho, los documentos moriscos y no obtuvieron respuesta escrita de las cuencas del Dílar, Monachil y el Otura, solo del Genil.

Los ríos eran los auténticos motores de aquella avanzada agricultura ( producía cáñamo, lino, seda, caña de azúcar, todo tipo de productos frutales y de huerta).Así en conjunto podemos decir que el Genil regaba unas 6.900 hectáreas, el Darro 450, el Monachil 1.450, el Dilar 1.350 y otros 8.700. Las acequias del Genil eran las más caudalosas y regaban varios términos, destacando la Real, Tarramonta, Arabuleila, y la Gorda.

Pero fue en 1570 cuando se llego a tal situación de descontrol, tras la salida de la población morisca hacia Castilla ( en el caso de los de Gabia , mas concretamente a los Campos de Montiel ) que hubo necesidad de traer desde los lugares de destierro a los regadores y entendidos para que dieran fe de los pagos, cantidades de agua que les correspondían, los sistemas de acequias que se empleaban, los turnos de riego etc., fue comisionado para este trabajo, el jurado Juan de Baena asistido por el escribano Diego Montalbán, cumpliendo el mandato del corregidor de Granada Juan Rodríguez de Villafuerte Maldonado. Este documento servirá de base para el contenido de nuestro trabajo y es muy interesante por ser cronológicamente el primero sobre el apeo de los bienes moriscos. La zona que comprende es la comarca Suroeste de Granada y nos informa del reparto de la mayoría de la cuenca del río Dilar y parte de la del Genil.

La cuenca del Dílar.-

Las aguas que forman este caudal proceden de las estribaciones de la Sierra del Manar o de Lecrin, el barranco de Rambla Seca, el de Poca Leña, de la Ermita, de la Arena, fuentes como la de la Salud, etc. , son las primeras aguas, que mas adelante formaran el cauce principal del río. A lo largo de estas pequeñas corrientes surgió una extensa vega que se riega con la denominada acequia Alta, también había gran cantidad de molinos harineros, lo que hace pensar que el caudal seria importante.

Al comienzo de la vega del Dilar en el llamado Batan encontramos un partido de donde arrancan por la derecha la acequia de Gojar y por la izquierda la de Otura. En medio de ellas continua el río encajado, fertilizando gran cantidad de tierras hasta finalizar su termino territorial.

Como veremos mas tarde en época musulmana, como ocurre hoy, se encontraban en regadío con estas aguas del Dilar varias alquerías y cortijadas que son las siguientes: Dilar, Gojar, Otura, Los Ogijares, Alhendin, La Zubia, Gabia la Chica, El Marchal, Gabia la Grande e Hijar.

Las cantidades de agua destinadas a cada una de las poblaciones y vegas, responden a un reparto conseguido a través de los tiempos, des pues de grandes luchas entre pueblos y la a voluntad de mantener el orden que en tiempos de crisis se estableció, aprovechándose las aguas de noche y de día, a todas las horas, regulando el mantenimiento de acequias para un mejor aprovechamiento, como otros temas, mediante ordenanzas emanadas de las autoridades especificas que controlaban las agua. A continuación ofrecemos los datos escuetos sobre el reparto a los diferentes lugares antes reseñados.

Las aguas llegan hasta Alhendin por la acequia de la Alcazaba, a Gabia Chica por la del Marañón, a Gabia la Grande por la llamada Turbia igual que a Hijar, mientras que por la Real y la de Gojar se distribuye el agua hasta el lugar de los Ogijares.

Existe memoria en los regadores actuales de Gabia que el agua les llegaba antiguamente por la acequia de los Ogijares, seguramente seria por la Real (seguramente entre los siglos IX y XI, utilizaría esta acequia para suministrar agua al asentamiento Bereber que se estableció en los Llanos, en el pago que luego se llamo Alcudia, donde existía un pozo hasta muy recientemente y dos charcones el alto, pegado al camino que antiguamente iba desde Gabia Chica a Granada junto al río Dílar y el bajo junto al puente del mismo río de la carretera actual de Gabia a Granada, hoy están dentro del cercado que tiene el aeródromo del Ejercito del Aire). Aunque profundizar en estos hechos parece necesario para conocer mejor el devenir de los repartos de esta cuenca. No parece conveniente pensar que una acequia de la importancia de la Real, se destinará a suministrar a una población que solo tenia derecho a un sexto del agua de la cuenca.

La población de Dilar.– Tenia toda el agua necesaria, suficiente para regar sus hazas y en caso de necesidad podía tomarla de la que le correspondiera a otros lugares, como no lo describen los conocedores del termino de Alhendin, estos nos dicen que, de la parte correspondiente a Alhendin tomaría toda ella si fuera necesario, es decir, la tercera parte del río como estaba estipulado entre aquellas alquerías, por tanto, aquella tercera parte la disfrutaba Alhendin sin perjudicar a los de Dílar,“ezebto en las veces quel dicho lugar de Dilar tuviese necesidad de agua para regar sus Hazas y heredamintos del dicho lugar, pero aquel derecho no era ilimitado puesto que acogerían el agua unas horas determinadas que oscilaban en unas 5 horas, desde las tres oras de la tarde hasta que se pone el sol y si mas tiempo la quisieran tomas les pueden penar sobrello”.

Parece que no era una costumbre muy corriente como nos informan posteriormente.“Y que esto del tomar desta agua se haze pocas vezes por el dicho lugar de Dilar”.

Otura y Gojar.- Ambas poblaciones presentan una misma altitud y separadas por el río, de él parten dos acequias que riegan ambas vegas. En el caso de Otura recoge los sobrantes de la llamada acequia Alta y completa el regadío con la acequia Baja, para después llevar sus aguas hasta Gojar. A esta vega la correspondía una sexta parte del río Dílar durante el día y la noche.

Los Ogijares.- Las noticias sobre el regadío de estas dos poblaciones musulmanas (en la época a la que nos referimos existían dos Ogijares, Alto y Bajo), las conocemos gracias al deslinde realizado y plasmado por escrito el 17 de febrero de 1572 y los conocedores del lugar sobre el riego de estas vegas nos indican que, tienen agua de varios lugares: del río Dilar le corresponde, una sexta parte de toda la corriente, durante todos los días del año. Esta se tomaba de la llamada presa de Alacafa. El agua iba por la acequia del molino del Bidue en el término de Gojar

En segundo lugar, llegaba agua desde Alhendin y Otura, la mitad de las aguas de estas acequias solo por la noche. Se empezaba a regar el sábado.

Otra de las formas de riego es durante los domingos en la noche y el día llega el agua desde Gojar con la cantidad de un sexto y una uña (vina, aparece en el documento).También tiene agua de otros barrancos y fuentes de su termino.

Alhendin.- Las tierras de riego de esta alquería reciben agua especialmente del Dilar, unas veces directamente del río y otras de la acequia de Otura, pero también contaban con otras cantidades que bajaban por los barrancos, arroyos y manantiales como el arrollo del Juncal, de la Andas, de la Calera, barranco del Lobo y otros.

Según la declaración de los regadores dejaron constancia que estos pagos tenían derechos y se habían regado desde antiguo gracias a la parte que les correspondía del Dílar y de las aguas del Otura, de toda la que bajaba desde Sierra Nevada tomaba el lugar de Alhendin un tercio durante el día, pero este derecho se podía ver mermado por lo comentado en el caso de Dilar.

Otra de las formas que le llegaba el agua era desde Otura, la mitad de la que le correspondía de ella durante los sábados en la noche de cada semana.

Pagos y sistemas de riego según el Libro de Apeos de 1570.-

Según el testimonio de los regadores declarado ante el comisario y jurado Juan Baena el 19 de Abril de 1570, estas tierras tenían ciertos derechos al agua destinada al riego de ciertas heredades de la vega y para que se llenaran los aljibes de estas poblaciones. Los llamados por Juan Baena se reunieron en el lugar de Gabia la Grande, estos eran Bernardino Vázquez Bacti, Diego de Miranda Donayfas, Martín de Aranda Abenzadora, Lorenzo Xoton de la Puebla, Hernando de Mansilla Guenexi, y Andrés Adurrafi, vecinos de los núcleos de las Gabias que colaboraron con las personas encargadas del apeo, las razones de su nombramiento estaban encaminadas a facilitar una serie de datos sobre población y la estructura agraria que había sustentado a la población morisca.

 “Personas nombradas y señaladas, y que quedaron por regadores y declaradores, y para dar razón de los términos e pagos ansi del dicho lugar de Gaviar la Grande como de Gaviar la Chica, Yjar, y para dar razón que agua tienen los dichos lugares y con que horden se riegan los pagos de todos ellos, como personas que lo saben y entienden”.

Se les tomo juramento a cada uno de ellos, y comenzaron a exponer por el siguiente orden:

Gabia la Chica y El Marchal.- Todos coincidieron en los datos que se les pedía, las preguntas fueron traducidas por el Comisario “Vaena “que conocía muy bien su lengua y “dixeron” que la alquería tenia una vega con siete pagos cuyos nombres son: del Puche, del Manze, del Hapa, del Alcazaba, del Gelil y del Rahal. En cuanto al sistema de distribución del agua entre ellos se guardaba un turno riguroso, empezando por el del Puche y finalizando por el del Rahal. Una vez regadas las hazas del último comenzaba a rotar a partir del primero. Toda el agua llegaba del río Dílar una vez efectuado el reparto para Gojar y mas tarde de este segundo reparto tomaban los de Gabia la porción que les correspondía, que era todo el caudal del Dilar.

“Ezebto la parte que del dicho río toma el lugar de Goxar y ques toda la dicha agua que del río del Dilar , tiene facultad y prendimiento de regar con ella el dicho lugar de Gaviar la Chica y el heredamiento del Marchal “.

En aquel reparto general tenían las tierras de Gabia la Chica derecho a utilizar el agua durante dos noches completas, el domingo y el jueves de cada semana, es decir, 24 horas , sin que se la pudiera impedir otros lugares o personas particulares. Los regadores especifican detalladamente que este derecho se entendía desde la puesta del sol hasta el amanecer del día siguiente.

“Desde que se pone el sol del día del Domingo hasta otro día lunes en amaneciendo y el Jueves desde que se pone el sol hasta otro día viernes en amaneciendo”.

Toda aquella agua se volvía a partir entre los dos lugares, para un mejor entendimiento habían llegado a un reparto equitativo, los de Gabia dos partes y los del Marchal una, por tanto aprovechaban el agua los siete pagos 16 horas, mientras que este lo hacia 8 horas.

“Y para que no aya diferenzia en el partir de la dicha agua sy llevan mas o menos de la que le pertenece a cada uno an tenido e tienen siempre esta horden”.

Sin embargo parece que existieron ciertos cambios en el reparto en época Musulmana, las nuevas bases se perfilaron y dieron como resultado que los de Gabia regarían el domingo y jueves durante la noche según lo acostumbrado “cada noche a puesta del sol hasta el amanecer” y luego el Marchal regaba el domingo por la noche hasta el amanecer del lunes.

“y asi suzesivamente el dicho lugar de Gaviar la Chica dos noches y el heredamiento del Marchal una noche como le va viniendo la dula”.

También sabemos por aquellos regadores que todo ello se basaba en costumbres antiguas que se habían respetado siempre, hasta el momento en que ellos daban fe de las formas y maneras en que se distribuía el agua. “que esta costumbre e horden an estado siempre de regarse los dichos pagos syn aver entrellos pleytos ni diferenzia so cargo del juramento que tienen fecho”.

Gabia la Grande.- Los mismos regadores fueron los que informaron de las costumbres y pagos de Gabia la Grande, contaba esta alquería las mismas cantidades de agua que su homónima para regar mayores extensiones de tierras. En total se contabilizaban 20 pagos y no todos tenían los mismos derechos. En sus respuestas nos dicen que el agua nos llega desde el Dílar. “que despues de aver regado los suso dichos por horden que tienen declarada viene el agua a parar toda la dicha agua del río Dílar a el lugar de Gabia la Grande , la Cual tiene facultad de poder regar e riega los dichos sus pagos dos noches de cada semana”.

Los días que le correspondían era el viernes y el martes desde la puesta del sol hasta el amanecer del día siguiente. Por tanto otras 24 horas y en dos noches, sin que en cada noche lo hicieran igual numero de ellos, sino que por el contrario encontramos unos con prioridades y derechos sobre las aguas de riego. Además de abastecer a las aljibes de la alquería (en esta época eran cuatro que se llenaban el Martes y otra mas la existente en el Torreón que tenia turno del viernes)

Los doce primeros pagos riegan todos en la noche del viernes, comienza regando por turno riguroso el de Honaytar y Concachemal, Nidal, Zutacheut, Hofar, Zutalenzil, Hari, Tuta, Nidar Guazti, Almayzar, Zijara, Xotaybe y Alcudia, que es el ultimo en tomar el agua en un reparto normal y sin problemas. Pero mas adelante en sus declaraciones dijeron que el pago de Alcudia tiene derecho de regarse con más agua que los otros 11 restantes.

“E otrosi dixeron e declararon que el dicho pago postrero de los doce que se nombra el Alcudia tiene preminenzia de tomar de toda el agua de la noche con que se riegan los dichos pagos la terzia parte, e los otros honze pagos las dos partes, y en esta costumbre an estado dende que se saben acordar”.

En total su regadío duraba 4 horas mientras que los otros tenían 8 horas, esto

nos indica por un lado atender ciertos derechos muy antiguos y o bien por

otro, atender derechos de atención a las personas o al ganado.

Los otros siete pagos llamados Leuza, Zahara, Mosgulen, Harax, Matraviz,

Humba y Bulavis, regaban con toda aquella agua la noche del martes, comenzando desde el primero hasta el ultimo siguiendo un orden riguroso ya establecido. Sin embargo en la noche del martes había que cumplir con exigencias más importantes que el regadío y respetar derechos quizás mas antiguos, así nos informan los conocedores de aquellas cuestiones. “E dixeron e declararon que es uso e costumbre que antes e primero que los dichos siete pagos comienzen a regar con la dicha agua de martes en la noche an de dexar primero venir toda la dicha agua, con que se riegan los dichos pagos, a los aljibes del dicho lugar de Gaviar la Grande para que se hinchan, y, despues de llenos an de tomar la dicha agua para regar los siete pagos”.

Estas costumbres antiguas se venían respetando en el momento en que el comisario fue a tomar posesión de los vienes de los moriscos, momento en que el resto de la población musulmana había salido del lugar deportados o acogidos a las sierras.

Hijar.- Despues de Las Gabias regaba la alquería de Hijar, también en las noches, su sistema de las aguas de riego se nos describe también el 19 de abril junto con los de Las Gabias: Los encargados de hacer las declaraciones para aquella alquería se reunieron con los mencionados Juan Baena y el escribano Montalbán y fueron los siguientes: Miguel Yahi el Mozo, vecino de Hijar, Diego Ayub, Bernardino Bacti de Mendoza, Hernando el Guenexi, Lorenzo Xoton y Martin Aben Zabara, vecinos de Gabia la Grande, conocedores de las tierras y aguas de riego desde tiempo atrás y regadores de aquellas alquerías.

“que quedaron para dar razón e claridad de los términos del dicho lugar de Yjar. Aviendoles sido tomado juramento en forma de derecho ante todas cosas digan e declaren que pagos son los que tiene el dicho lugar de Yxar,y como se nombran y con que agua se riegan e porque horden”.

Los pagos relacionados fueron: los de la acequia de Cullar, el del Alcantera, Romanzin, Las Almadrabas, de Zuaycan, Mohacala y el de Reha. Todas aquellas fincas que los componían tomaban el agua del río Dílar durante 24 horas en dos veces, es decir, regaban las noches del lunes y del miércoles.

Desde la acequia de Gabia (Turbia) llegaba hasta Hijar, se llenaban los aljibes y se beneficiaban las vegas. “el agua del río Dílar que tienen los lugares de Gaviar la Grande e la Chica en esta manera, dos noches cada semana, que son los lunes en la noche desde que se pone el sol hasta otro día en amaneciendo, y, miércoles desde que se pone el sol hasta en amaneciendo”.

En la noche del lunes se regaban los cuatro primeros pagos empezando por el primero de acequia de Cullar y terminando por el de las Almadrabas, por orden riguroso. Los otros tres regaban durante la noche del miércoles también por su correspondiente orden de tanda. Sin embargo en esta noche, antes de pasar el agua a estas tierras debían de llenarse las aljibes.

“con declaración que antes que estos dichos pagos comiencen a regar con la dicha agua de miércoles en la noche an de dexar primero pasar toda la dicha agua para que se hinchan los algibes del dicho lugar de Yjar”.

Argumentan los conocedores que aquella era una costumbre antigua y que así se había hecho desde se acordaban. En el Caso de Hijar se aprecian ciertos derechos sobre parte del agua que correspondían a la población, el hombre y los animales como condición “sine quanon” dentro de la organización social y económica de la población.

Conclusiones.- De lo estudiado se pueden extraer una serie de líneas de investigación para fijar fechas de la creación de los derechos y causas que originan las modificaciones, quien intervino y porque se efectuaron dichos repartos, curiosidades de los turnos de riego de noche o de día (la no utilización del Sábado por la noche), lo que nos dicen los nombres de los pagos, sistemas de reparto por dulas o proporcionales, usos de las aguas para el hombre, el ganado o industriales como cocer el cáñamo y lino, molinos de aceite y harineros, etc.

También podemos apreciar como se mantienen prácticamente inalterables hasta los años 20 las cantidades de agua correspondientes a cada territorio, los sistemas de días y turnos para el riego, los nombres de algunos de los pagos, los sistemas de aljibes y albercas etc.

Las aguas según el Libro de Apeos y Reparto de suertes de 1572

Para Gabia la Grande.-

“Primeramente dijeron y declararon que las aguas que tiene y le pertenece al dicho lugar de Gaviar la Grande y su termino son del río Dilar y tienen el agua de esta manera, toda el agua que trae el acequia de Dilar y el acequia de Alhendin y el acequia de Autura (Otura) y el acequia de Ujijar la Alta (Ogijares) les pertenece al dicho lugar de Gaviar la Grande todas ellas juntas dos noches en cada semana de todo el río, que son el martes y viernes en la noche desde puesto el sol hasta que rompe el alba las cuales dichas aguas se juntan en una presa debajo del molino del Vedril e viene cuando hay mucha agua por el río abajo hasta llegar al termino de dicho lugar de Gaviar la Grande e cuando viene poca agua la encaminan a una acequia de la C..bia hasta dar al Marchal y desde el Marchal hasta dar al dicho termino de Gaviar y en llegando al dicho termino se riegan con ella en la forma y manera siguiente: La noche del Martes se riega primeramente el pago de Leuza (Lauza) y luego el pago del Larache y luego el pago de Maltraviesa y luego el pago Hueniba los cuales dichos pagos se riegan por su orden como dicho es, haza por haza y si acaso con el agua de la noche faltase por regar alguna haza en el postrero pago otra noche de otra semana cuando venga el agua la primera haza que se riega a de ser la que quedo sin regar y luego tornar a regar dichos pagos por la orden dicha haza por haza hasta acabar de regar. Y el Viernes en la noche pertenece al pago de Honaidar y luego al pago de al Nidar y luego al pago del Hofar y luego al pago del Harique y luego al pago del Nidal Alguzti y luego al pago del Alcudia, los cuales se han de regar como dijo el suso dicho y de la forma y manera de la noche del Martes excepto que el pago del Alcudia del agua del viernes en la noche le pertenece la tercia parte de la dicha agua y el regador la saca y la encamina al dicho pago del Alcudia y riega las hazas que hay en él por su orden y si el dicho pago no bebiere toda la dicha agua la tiene el regador de tornarla con la otra para que rieguen los dichos pagos si a la postre dan para otra parte ninguna.

Yten dijeron y declararon que en algunos años que hay poca agua y es orden que la tercia parte que pertenece de la noche del Viernes al pago del Alcudia cuando viene poca agua como dicho es, no se parte la dicha agua ni le dan la dicha tercia parte sino que se junta toda y se riegan los dichos pagos por su orden como dicho es.

Yten dijeron y declararon que hay un pago en el término de Alhendin que se dice El Puche al cual le pertenece de antigüedad dicha noche que puede regar tan solamente cada noche dos marjales de haza o otra cualquiera cosa e no mas y si riega mas le castigan por ello y esta agua según dicho es le pertenece al dicho lugar de Gaviar la Grande no otra ninguna e la dicha agua es general para todos en la dicha orden e ninguna persona tiene en ella así cristiano viejo como morisco propiedad ninguna y es todo verdad y lo que saben so cargo del dicho juramento e no lo firmaron porque dijeron que no sabían escribir y que es toda la verdad que tienen dicho e declarado el Licenciado Loaysa ante mi el Felipe Alayz escribano”

Para Hijar.-

“En el lugar de Yjar termino y jurisdicción de la ciudad de Granada Diez y seis dias del mes de Marzo de 1572 años el licenciado Loaysa Juez de comisión por S. M. en cumplimiento del segundo capitulo de su jurisdicción para ante mi el escribano de sus escrito de sumisión recibió juramento de los dichos conocedores y de cada uno de ellos so cargo del cual digan y declaren que aguas tiene y le pertenece al dicho lugar de Yjar y de que río se sacan y porque acequias se encaminan e como se regaba y riega con ella.

Asimismo el agua que tenían los moriscos del dicho lugar de Yjar en propiedad los cuales so cargo del dicho juramento dijeron y declararon en la forma e manera siguiente.

Primeramente dijeron y declararon que el agua que tiene y pertenece al lugar de Yjar y su termino se saca del río Dilar y le pertenece juntas todas el agua del Acequia de Ujijar la Alta y del acequia de Dilar y el acequia de

Alhendin y del acequia de Autura todas ellas juntas todos los Miércoles y Lunes en la noche de todo el año, los cuales dichas aguas de suso dicho declaradas se toman en poniéndose el sol debajo del molino del Vedril en el atajadero enviando la dicha agua por una acequia antigua que esta hecha que se dice el acequia de la S..bia hasta parar al Marchal y desde allí viene guardada hasta dar al termino de Yjar atravesando el dicho río y el termino de Gaviar la Grande y se riega con ella de esta manera:

Primeramente los Lunes en la noche se riega el pago que dicen del acequia de Cullar y luego el Ramal de Apolaca los cuales dos pagos se riegan haza por haza hasta estar acabados sin que ninguno pueda llegar a la dicha agua ni tomarla hasta que el dicho primer pago se halla regado y luego el segundo haza por haza sin poderla tomar ni regar salteándola. Y luego en acabando de regar los dichos pagos se torna a regar por la propia orden, si con la dicha agua no acaba de regar los dichos pagos e quedase alguna haza postrera por regar en viniendo otra noche las aguas la primera haza que quedo por regar y luego en acabándose torna a regar con la dicha agua por la orden dicha.

Yten el agua del Miércoles en la noche pertenece al pago que dicen Almac.. yenego y luego al pago de al Mahalaca y luego del pago Qute al Nesra por la orden que esta dicho y de clarado de suso y esta es el agua que pertenece al dicho lugar de Yjar y su termino a todos en general, según y de la forma e manera que esta declarado y ninguna tiene en el dicho lugar y su termino agua ninguna en propiedad.

Yten así mismo dijeron y declararon que es constitución y orden antigua que las otras noches de suso declaradas que el agua de cada una de ellas cualquiera de las noches que acaban de regar sus pagos es obligado ayudar a los otros pagos de las otras noches a regarlos sin que puedan tomar…………..en la noche hasta el lucero del día y esta es la verdad y lo que saben so cargo del dicho juramento y dijeron que no sabían escribir e que son declaraciones que tienen dichas e declaradas Licenciado Loaysa, ante mi Felipe de Alayz escribano”. Este texto esta sacado de una copia del  Libro de Apeos realizada el cuatro de marzo 1773.

Para Gabia la Chica.-

En el lugar de Gaviar la Chica termino e jurisdicción de la ciudad de Granada a dos días del mes de Junio de mil quinientos setenta y dos años el Licenciado Loaysa juez de comisión de su majestad por virtud de su real provisión a el dirigida y en cumplimiento del segundo capitulo de su instrucción para ante mi el dicho escribano mando poner ante si a los dichos conocedores de los cuales e de cada uno de ellos requirió juramento en forma de derecho so cargo del cual digan y declaren que agua tiene y le pertenece al dicho lugar de Gaviar la Chica e su termino y de que río se regaba e se riega con ella y las acequias en propiedad que tenían los moriscos los cuales so cargo del dicho juramento dijeron e declararon en la forma e manera siguiente:

Primeramente dijeron y declararon que el agua con que riegan el dicho lugar de Gaviar la Chica y su término son del río Dilar y le pertenece dicha agua que trae todos los domingos y jueves en la noche de todo el año las acequias de Dilar y la de Autura (Otura) y la de Ujijar la alta (Ogijares) y la de Alhendin todas ellas juntas y después de juntadas la toman dicha agua del Molino del Bedile y viene encaminada por el río de Dilar hasta dar a la acequia que le dicen del Puche y desde allí viene encaminada la dicha agua por termino del Marchal hasta dar al termino del dicho lugar de Gaviar la Chica y en llegando que allega la dicha agua se riegan con ella en la forma siguiente.

Primeramente dijeron y declararon que hay en el dicho lugar de Gaviar la

Chica y su termino ocho pagos de riego que dicen el pago del Defea, el pago de Aljandac, el pago Hajargurhoi, el pago del Haba, el pago del Acequiat al Dica, el pago del Habil, el pago del Acequiat Ajili, el pago del Alcazaba y el pago del Rahal, los cuales dichos pagos nombrados en llegando que llega la dicha agua a esta termino se riega primero el pago del Defea y tras del los otros sus siguientes ……… haza por haza hasta acabar dada pago sin que se pueda saltar haza ni pago ninguno e se va que el pago del Rahal no le pertenece en todo la misma de sus noches que es una noche en el mes de Abril en medio del y otra noche a mediados del mes de Agosto e no otra cosa ninguna, la cual orden se ha tenido e guardado de tiempo inmemorial a esta parte.

Yten dijeron y declararon que es orden muy antigua que de las noches que tienen dichas y declaradas que pertenece al dicho lugar de Gaviar la Chica y su termino que tienen de propiedad la heredad del Marchal en todas sus dichas noches de tres noches la una, la cual no se le puede quitar y esta es el agua que pertenece al dicho lugar de Gaviar la Chica y su termino e no otra cosa ninguna ha si mismo dijeron y declararon que hay un pago del termino de Alhendin que se dice el pago del Puche al cual le pertenece de todas las dichas noches e pueda regar el agua de cada una de ellas tan solamente dos marjales en cada noche no mas so pena que si mas riegan los castiguen por ello y esto es la verdad y lo que saben so cargo del dicho juramento e no lo firmaron porque dijeron que no sabían escribir e que es la verdad que tienen dicha y declarada el Licenciado Loaysa ante mi escribano. Phelipe de Alaiz

[1] Sabemos que en las excavaciones realizadas en Monachil, muy cerca de las murallas del promontorio

habitacional, se ha descubierto una pequeña acequia de esta época Bronce final. Cercano a este lugar

existen restos de un habitad prehistórico, en el Cortijo de las Roscas.

[2] En el libro de apeos de 1570, de Juan de Baena, viene recogido como la noche del viernes, que regaba

doce pagos Honaytar y Concachemal, Nidal, Zutacheu, Hofar = La hoya, Zutalenzil, Hari, Tuta, Nidar

Guazti, Almayzar, Zijara = Zahara, Xotaybe y Alcudia = collado, cerrillo. Este ultimo con privilegios de

reparto sobre los once restantes. Se regaban por la acequia…..

[3] En otro lugar de este trabajo, daremos argumentos y razones para conformar una explicación razonable de lo dicho.

[4]  Lo conocemos por los restos arqueológicos encontrados, que nos describe en su libro Brigido Ponce de

León, Historia de Alhendin

[5] Este vocablo se documenta ya en los siglos XII y XIII. Cf. Los Ogijares pp.74-75, según Espinar

Moreno.

[6] Recoge este comentario también Manuel Espinar Moreno, en Consideraciones sobre el regadío en la

vega de Granada.

[7]  Digo la Bujía, porque así se llamaba el lugar de la población de Castililla donde un antepasado árabe

llamado Handam, fue encomendado morar para que velara por los repartos de las aguas del río Dilar, que

mas tarde se llamo Alhendin.

[8] Los Alquezares de Santafé, de Miguel Garrido Atienza.

 

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