Historia de la Iglesia de Gabia Grande.-
Introducción.-
La estructura eclesiástica después de la conquista de los Reyes Católicos del antiguo reino de Granada, fue aplicada en 1501, elevando a parroquias y convirtiendo las numerosas mezquitas en iglesias. Los medios para ello no escasearon, la corona aporto elevadas rentas para este objetivo. Fue aprobada por el Papa Inocencio VIII en 1486, mediante la bula “orthodoxae fidei”, se llevo a efecto en este año, erigiéndose las distintas parroquias con sus anexos, al que dota con rentas de los diezmos, primicias, mandas pías, derechos reales y los Hábices de las mezquitas musulmanas (estos últimos otorgados en octubre de 1501). Según la Bula de erección del Arzobispado de Granada, la parroquia de Gabia la Grande quedo constituida con los anejos de Gabia Chica, Hijar y Cullar 1. Aunque el anejo parroquial de Cullar contara con su iglesia para atender a los lugares de Hijar y Ambróz.
Con la llegada en 1499 del cardenal Cisneros, sustituyendo a Fray Hernando de Talavera, partidario de una política más agresiva, respecto de la tolerancia habida con los musulmanes en territorio cristiano. El resultado fue la sublevación de los mudéjares del Albaicín el 18 de diciembre de este mismo año, permaneciendo en actitud encontrada durante tres días. Este levantamiento dio lugar a otros en diversas partes del reino, especialmente en las Alpujarra y en la Serranía de Ronda, que durarían hasta 1501, acabando con la labor de integración paulatina preconizada por el arzobispo Talavera.
La consecuencia más inmediata del levantamiento fue, el bautismo en masa de los musulmanes, de todos los arrabales de Granada y la Vega en enero de 1501. Los mudéjares pasan a ser moriscos o cristianos nuevos, muchos de ellos convertidos in sinceramente y practicando en secreto la religión islámica. Al par, de no existir ya súbditos musulmanes los bienes hábices de las mezquitas son intervenidos por la administración real. Estos hábices eran una institución musulmana, compuesta por un conjunto de bienes y de rentas producidos por los mismos, dedicada al mantenimiento de las mezquitas y alfaquíes, así como fines de interés común y benéfico (asistencia a pobres, redención de cautivos, enseñanza, hospitales, etc.). Estaban constituidos por explotaciones agrícolas, distribuidas por los numerosos pagos de la vega, así como innumerables casas, tiendas, baños, molinos, hornos, etc. Respetados en las Capitulaciones de Granada, con la sublevación pasan a ser propiedad de la Corona que los reparte entre mercedes hechas a particulares, el Cabildo cristiano y la Iglesia, reservándose una porción de ellos. Con real Cedula de 14 de Octubre de 1501 se conceden las donaciones de las antiguas mezquitas a la Iglesia 2.
Como se desconoce su valor total y distribución, los Reyes ordenan hacer un inventario donde se recoja las rentas, propiedades y censatarios de todos los bienes hábices de Granada y sus alquerías, encargando al tesorero de Vizcaya, Juan de Porres.
El mismo se ocupa de administrar, arrendar, recaudar y mantenimiento de la productividad de dichos bienes, pagándole a la Iglesia las rentas correspondientes a su parte. De este modo, los hábices eran arrendados, siendo el pago en dinero en casi todos los casos, con plazos que varían según sean bienes rurales, cuatro años, pagaderos cada año, es la normalidad, o urbanos, estipulando el precio a pagar por meses.
El inventario levado a cabo entre 1503 y 1504, según Villanueva Rico 3, lo recogemos en el capítulo correspondiente en lo que respecta al término de Las Gabias, clasificado por iglesias o rábitas 4:
El edificio antiguo de la iglesia de Gabia la Grande.-
La antigua iglesia de este pueblo, se conoce que era de una sola nave, parecida a la del Albaicín, estaba ubicada junto al cementerio 5, en el mismo lugar que ocupa la nueva y se derrumbo hace al menos doscientos años. Se había construido sobre la antigua mezquita y parte de una casa lindera, según el testimonio del libro de hábices de 1548.
Conocemos la bula de constitución de esta iglesia parroquial, al igual que la de otros pueblos de la comarca de 1501, resumimos la parte correspondiente “Mando erigir la Iglesia Parroquial del lugar de Gavia la Grande, con sus anexos de Gaviar la Pequeña, Ixar y Cullar, lugares del arzobispado de Granada, instituimos tres beneficiados simples servidores y tres sacristías. Se establece Párroco, teniente y dos beneficiarios, uno pilongo y otro de previsión del Seminario de Granada.
La iglesia de Gabia la Grande, vista desde el sur
La iglesia de la Encarnación de Gabia toma su nombre por voluntad expresa de la Reina Isabel la Católica, que encomienda a la iglesia, ponga este nombre a todas las iglesias de los pueblos tomados en esta última parte de la reconquista granadina. En algunas poblaciones, este nombre estuvo presente al comienzo de los tiempos cristianos, pasando a conmemorar otras vírgenes o santos a lo largo del tiempo. En Gabia creemos se mantiene este nombre, al tener la Virgen de las Nieves su propia ermita y no haber modificado su evocación con el nuevo templo.
Pocas noticias más podemos destacar de esta vieja iglesia, solo conocemos bien por los documentos eclesiásticos conservados, los actos celebrados en ella, tanto religiosos como civiles, así como los nacimientos, bodas y defunciones habidos durante más de quinientos años y que se guarda en el archivo parroquial, o al menos se guardaba en los años cincuenta.
El nuevo templo.-
Parece que 1804, hubo una serie de terremotos con epicentro en la zona suroeste de la provincia de Almería, que tuvieron consecuencias desastrosas en la vega granadina, donde la iglesia de Gabia La Grande se vio seriamente afectada, sobre todo la Capilla Mayor y parte de la nave, aunque no quedo del todo inutilizada, ya que quedaron veintidós varas de longitud por doce de anchura que apenas tenían desperfectos y en estos escasos metros los devotos siguieron asistiendo al culto.
De esta forma descrita anteriormente tuvieron que seguir durante mucho tiempo después realizando los cultos , ya que como sabemos, la nueva iglesia no se inauguro hasta 1900, también es verdad que la ermita en este tiempo jugó un papel importante, al servir de templo alternativo para gran cantidad de oficios religiosos.
Fue en 1857 con la aparición de nuevas grietas en la parte que había quedado sin dañar anteriormente y es cuando se toma conciencia de la necesidad de acometer obras de reforma en profundidad, dirigiéndose el párroco y Ayuntamiento al arzobispado a solicitar ayuda, ofreciendo el pueblo en esta ocasión costear, mil peonadas y el acarreo de los materiales que se encontraran a una legua de distancia.
Se encargo por parte del Estado a el arquitecto José Contreras en 1858, un informe para valorar el estado del edificio y los costes de la reconstrucción de la Capilla Mayor y adecentamiento del mismo. Presentando este el proyecto de construcción de un nuevo edificio, con la siguiente argumentación, “Me veo en la necesidad de proyectar un nuevo templo, capaz para aquel vecindario y que ofrezca las seguridades que exige este género de edificios, ocupando un paraje central que se encuentra oportuno, cuya base es una pedriza donde no es necesario abrir cimientos y contando con los materiales procedentes de la demolición del antiguo, costará muy poco mas que la restauración del mismo.” La razón de la poca consistencia del edificio, se lo achaca al paso de la acequia próxima a la Capilla Mayor.
El proyecto de esta nueva obra, era de planta rectangular con tres naves, separadas por pilares cruciformes y abiertos al exterior con tres puertas, con presupuesto que ascendía a 311.114 reales.
Después una Real Orden del Gobierno Central dirigida al arquitecto, la manifiesta la conveniencia y economía que debe tener este proyecto, encomendándose la reducción a una sola nave con el ancho que sea necesario y deberá añadir un almacén indispensable para los muebles que solo sirven una vez, pila bautismal, deposito de muertos, etc. y decore convenientemente la fachada.
Con estas recomendaciones el citado arquitecto realiza un nuevo proyecto en 1860. La nueva planta que se diseña, es muy similar a la anterior, llevando los muros laterales hasta los pilares que dividían las naves, reduciéndolo de esta forma a una sola nave, embutiendo las capillas en el espesor de los muros. La capacidad estaba calculada para 900 fieles.
Propone con objeto de abaratar la obra el aprovechamiento no solo de los materiales procedentes del derrumbe, sino incluso las puertas y ventanas, así como los antiguos altares, púlpito y pila bautismal. El presupuesto se rebaja a 213.550 reales, pero con el ofrecimiento por parte del pueblo, del acarreo de materiales viejos y nuevos, de la arena y la cal necesaria, madera y cantería, así como la disposición de mil peonadas, el montante que debería abonarse al constructor seria de 196.950 reales.
La calidad de la obra y de los materiales se especifica claramente, destacamos por su curiosidad algunos de los detalles, “los cimientos serán de seis pies, si se llega a tierra firme, la mezcla de estos y los muros principales, una parte de cal y dos de arena bien lavada y para los revestimientos dos quintas partes de cal y tres de arena. Los ladrillos deberían ser de grueso franciscano y la teja de marca mayor.”
En este interregno los fieles, habían reparado la torre, añadido algunas capillas tomando terrenos del cementerio cercano y de la avenida del pueblo, lo que configuraría el espacio a ocupar por la nueva iglesia, que como se puede comprobar, es harto difícil de imaginar el estado originario del entorno.
La iglesia actual podemos decir que es de una gran belleza arquitectónica de arte Neo gótico, tiene apariencia de una pequeña catedral.
Se corresponde con una planta de cruz latina, con altar mayor o ábside, al que se une una construcción de seis lados destinada a sacristía.
La torre o campanario, resulta uno de los rasgos más importantes del templo, unido a este por el centro, formando un cuerpo sólido con la nave central, que le sirve a la iglesia de entrada. La manera de unir la torre con el edificio recuerda la catedral de Freburg, de estilo gótico del año 1233.
Las dimensiones son: 37,30 m. de longitud, (muy similar a la medida que se intuye del hipogeo de la “Mina Toleo”) 18,60 m. de anchura y 22,40 m. de altura en la parte del crucero, 14,70 m. de altura en la nave central y en el crucero 15,70 m., la altura de la torre es de 33,50 m.
La fachada principal es severa, elegante y muy esbelta. Dos cuerpos cilíndricos unen la torre al templo, estando dentro de ellos las escaleras que conducen al coro y campanario. Predominan las proporciones y los motivos románicos, bien combinados con góticos de la primera época.
Las fachadas laterales son sencillas y artísticas y el altar mayor unido a la sacristía, tiene por fuera la severidad y fuerza que necesitan
En día 4 de Junio de1880, se acordó en pleno municipal la construcción del templo siendo alcalde D. Francisco de Castro y Pisa, se iniciaron los trabajos preliminares, en el año 1866, siendo su arquitecto D. Juan Montserrat y Vergés, con un estilo de fachada principal que representa la primera etapa del gótico, aunque numerosas características del románico de paso al ojival.
El pueblo, con la inestimable ayuda del entonces párroco de Gabia la Grande D. Juan Caballero Valdivieso, consiguió que en 1896 el Estado, se decidiera a costear la reconstrucción y con la ayuda de gran numero de jornales voluntarios de la población, además de la aportaciones de 10,000 Pts por los feligreses., mas el importe de la decoración interior del templo, los retablos nuevos, el mobiliario de la iglesia y la sacristía, etc., participando en este esfuerzo tanto los ricos como los pobres, cada uno con su máxima esplendidez.
Tenemos constancia que los altares nuevos fueron costeados, por D. Francisco Sánchez Sánchez, D. José de Castro, D. Tomás García, médico del pueblo, las señoritas de Castro, los Sres. De “Villanova” regalaron lámparas y candelabros; el Sr. García Ruiz regaló las conchas de Filipinas para el agua bendita; también el conde de Benalúa donó una cantidad importante de dinero, etc..
El nuevo templo se bendijo e inauguro el mes de mayo de 1,900, con la asistencia de Arzobispo de Granada, las autoridades locales y todo el pueblo, en día de fiesta, acompañados por banda de música y la parafernalia de traca, cohetes propios de estas fechas señaladas.
Cuatro reformas de escasa importancia ha habido desde entonces, en 1974 se coloca la solería con mármol blanco Macael y negro de Sierra Elvira, en 1982 se restauro la portada atacada con el llamado mal de la piedra y en 1987 se instalaron las vidrieras, que anteriormente eran de cristales traslucidos y por ultimo en 1990 se reparo la cubierta y se pinto el interior, dejando a mi parecer lo pintado mas feo que anteriormente.
1 Simonet,F. J.op. cit. Pag. 283
2 Hernández Benito, P. La vega de Granada a fines de la Edad Media según la renta de habices.
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